UNA TÉCNICA SATISFACTORIA
Si bien no es excesivamente simple, la serigrafía permite que cualquiera se acerque al mundo...
Comentarios desactivados en UNA TÉCNICA SATISFACTORIAUn niño francés de 6 años recibió una mano impresa en 3D, desarrollada por una fundación que elabora estos productos a bajo costo. Maxence, de seis años que nació sin su mano derecha, fue el primer niño francés con una prótesis impresa en 3D, por parte de la fundación estadounidense e-NABLE que pone en contacto a personas con impresoras 3D con familias con hijos a los que les falta algún dedo o una mano y que ha suministrado más de 1.500 prótesis a través de esta plataforma. «Así nos pusimos en contacto con Thierry Oquidam. Ya había producido benévolamente este tipo de prótesis para niños en el extranjero y quería beneficiar a un niño en Francia», explicó Eric Contegal, el padre de Maxence, quien padecía agenesia, ausencia de formación de un miembro durante el desarrollo embrionario. Desde que nació, este pequeño de la localidad de Cessieu, entre Lyon y Grenoble, ha logrado «encontrar soluciones solo» para vivir sin la mano derecha. Sus padres decidieron, cuando nació, «no ponerle ninguna prótesis médica». Por lo tanto, esta prótesis 3D le permitirá experimentar nuevas cosas, sobre todo, porque es muy fácil de usar. No se necesita ninguna operación ya que se coloca como un guante. «Es un aparato que se ajusta en el brazo con velcro (abrojo) y está destinado a aquellos que tienen una muñeca y una palma. La flexión de la muñeca es la que hará que la mano y los dedos se doblen al tirar de los tendones. Este mecanismo, muy simple, no permite hacer cosas con mucha precisión como anudar los cordones de los zapatos pero permite hacer cosas complicadas de hacer cuando te faltan los dedos como la hamaca columpio, el skate o atajar una pelota», explicó el fabricante Thierry Oquidam. Para Oquidam, el mayor interés radica en lo «divertido» que puede resultar para los niños ya que les puede dar la impresión de disfrazarse, algo que no les produciría una prótesis «fea» como las que proporciona el circuito médico tradicional. Además del bajo costo de fabricación, fundamental para un niño que tendrá que cambiar de prótesis varias veces a lo largo de su crecimiento. Además, si se rompe, la familia puede repararla directamente con una impresora disponible en su zona. En mayo del año pasado, Felipe Miranda de 11 años, de la localidad bonaerense de Tres Algarrobos, recibió una mano ortopédica impresa en 3D, desarrollada por Rodrigo Pérez Weiss y Gino Tubaro, en «3D LAB fab&café», un bar y espacio de trabajo cooperativo que ofrece máquinas para imprimir en 3D por horas en el barrio porteño de Palermo. Fuente: AFP 19/08/2015 ep