UNA TÉCNICA SATISFACTORIA
Si bien no es excesivamente simple, la serigrafía permite que cualquiera se acerque al mundo...
Comentarios desactivados en UNA TÉCNICA SATISFACTORIADisolventes y diluyentes son compuestos químicos que incluso puede ser el mismo, pero se diferencian por la función que cumplen y el momento en el cual se añaden. Esta definición se podría ampliar especificando que los disolventes disuelven la pintura antes de ser envasada para mantener todos los componentes, como resina, pigmentos, aditivos, en un estado líquido/ viscoso y los diluyentes diluyen la pintura antes de aplicarla, para variar la viscosidad así como otras propiedades relacionadas con la velocidad de curado que pueden afectar a la funcionalidad y estética de la capa de final. En la pintura, el disolvente puede ser el mismo que actúe como diluyente, pero en numerosas ocasiones son diferentes por lo que el diluyente ha de ser totalmente compatible con el disolvente que incorpora la pintura. Los disolventes deberán solubilizar la resina base con objeto de obtener la pintura en un estado líquido viscoso; tendrán que ser volátiles bajo las condiciones que se forma la película de pintura y una vez comience el proceso de curado deberán evaporarse con objeto de no formar parte de la pintura seca. Para su selección se tomará en cuenta el poder de solubilidad o solvencia; la viscosidad; el punto de ebullición; la velocidad de evaporación; la toxicidad; el olor, y, por supuesto, el costo. En tanto, los diluyentes tendrán que ser compatibles con los disolventes incorporados en la pintura, y también deberán ser volátiles bajo las condiciones que se forma la película de pintura y una vez comenzado el secado, deberán evaporarse. Sus funciones son ajustar la viscosidad de la pintura en función del método de aplicación, como rodillos, pinceles, pistolas y la pintura utilizada, según su contenido de sólidos; además apuntará a regular el tiempo de secado y evaporación (lentos en verano y rápidos en invierno) y evitar problemas funcionales y estéticos, como hervidos y pérdidas de brillo. Los disolventes más utilizados por la industria son el aguarrás, la acetona, el diluyente celulósico, el sintético, el aceite de linaza. Todos estos disolventes son útiles, tanto durante la tarea como al final, cuando habrá que limpiar las herramientas, etapa a la que muchas veces no se le presta la suficiente atención, aunque de ello dependerá el estado de los utensilios cuando tengan que volver a emplearse. 30/12/2015 ep