La irrupción del vinilo permitió la aparición de una serie de avisos incorporados a las carrocerías de los transportes de pasajeros.

La práctica de cubrir con vinilos vehículos de transporte de pasajeros se ha extendido por todo el mundo, recreando una tendencia publicitaria que se originó en los laterales de los colectivos porteños hace muchos años y que tuvo un nuevo impulso con la aparición de los plotters.
El material más usado es el vinilo, debido a que, por ser un plástico, se retira con relativa facilidad y no daña la capa de color sobre el vehículo de pasajeros, a diferencia de la pintura y de otras técnicas. El resultado final es un cartel publicitario móvil, que, por ese motivo, puede llegar a un público mucho mayor.
A nivel internacional, este sistema tuvo el mayor impulso con la llegada de del nuevo siglo y la tecnología en la producción de vinilos hizo más fácil su aplicación y eliminación, y, en consecuencia, hizo más común su uso como material de recubrimiento para fines publicitarios.
Con ocasión del Orgullo Gay de Londres de 2018, la marca de vodka Absolut revistió dos autobuses con los colores del arcoíris para apoyar a esa comunidad. Además del exterior del autobús, cubrió la parte trasera de los asientos, con un código QR que al ser escaneado permitía hacer una donación a una organización caritativa que lucha por los derechos LGBTQ.
En julio de 2017, durante 30 días, Amnistía Internacional plotteó un autobús con la imagen de un tanque, para crear conciencia sobre la situación en Siria. Acompañando a la imagen, se leía “Esta es la vida cotidiana en Alepo”.

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