El diseño de los carteles deben cumplir con ciertas normas de comunicación para que se ganen la atención deseada. Un ejemplo mundial.  En un cartel, los textos y los tipos de letras son elementos importantes que deben ser realzados usando distintos colores y, a ser posible, colores muy llamativos y diferentes tamaños. Esto ayudará a los potenciales clientes a leer el cartel con facilidad. Se recomienda que el color del texto debe contrastar con el color de fondo: si es oscuro, utilizar letra clara y viceversa. Cuanto menor sea el contenido, mejor. Si tiene que aparecer mucha información, preferentemente los datos sean gráficos. Los carteles tienen consideraciones especiales con su diseño e impresión debido a su naturaleza única. En general, los espectadores dan un vistazo rápido a un cartel. Por lo tanto, hay que aprovechar esa oportunidad de atención como única. El diseño puede variar un poco dependiendo el propósito. Los especialistas sugieren que se elijan imágenes llamativas. Los colores vivos siempre crean una imagen impactante para los transeúntes. Es recomendable ser consistente antes que quedarse en medias tintas. Nada mejor que generar un fuerte impacto. Un titular en negrita, fuentes legibles, y un mensaje único son tres aspectos necesarios para crear una impresión duradera. El refrán popular dice que no hay nada más difícil que lo sencillo. Por eso nada mejor que conservar un diseño simple. Limitar los colores, fuentes, imágenes e información es la mejor fórmula para no abrumar. A rodar Un buen ejemplo es el reciente trabajo que hizo Cristiano Siqueira, al diseñar e ilustrar la serie de 33 carteles con motivo de la celebración de la Copa Mundial de Fútbol FIFA 2014, por pedido de la compañía ESPN. Cada cartel representa cada una de las selecciones que participan en la competición . Siqueira representó las figuras más destacadas mediante una técnica de ilustración vectorial. Los jugadores más laureados están hechos en escala de grises, mientras que el fondo con las banderas y escudos de cada selección, las tipografías y las equipaciones de los futbolistas quedan inundadas con los colores propios de cada país.