La costumbre de trabajar en el espectro RGB en los monitores lleva a olvidar que las impresoras usan un espectro de color diferente, el CMYK.

Aunque ambos espectros de uso, el RGB y el CMYK, son capaces de producir todos los colores, es importante tener en cuenta el medio en el que se han de reproducir, que es lo que define la necesidad de usar uno u otro según las circunstancias.
CMYK, el espectro de las impresoras responde a los colores Cian, Magenta, Amarillo (Yellow) y Negro (Key), mientras que RGB –el de las pantallas- reporta a Rojo (Red), Verde (Green) y Azul (Blue) y, si bien ambos pueden generar todos los colores que deseemos, trabajan de manera diferente.
El sistema CMYK es sustractivo, el RGB es aditivo. Un espacio sustractivo es en el que los colores se crean al mezclar diferentes tintas, donde cada una elimina una longitud de onda de color. Siendo el blanco, la base que refleja todas las longitudes de onda de los diferentes colores.
Por ejemplo, si imprimimos rojo, no lo vemos porque sea emitido, sino que los colores del dibujo absorben todas las longitudes de onda menos el rojo, que es el reflejado y vemos. En este espacio de color, al mezclar sus tres colores, se consigue un color parecido al negro (esta es una de sus debilidades).
En un espacio aditivo, se comienza con un color de base negro y se le va añadiendo brillo y luminosidad, a base de diferentes colores y, cuando se combinan los tres colores primarios, se consigue crear el blanco. Por eso, el CMYK es el elegido para trabajar en impresoras.
A pesar de que el CMYK es capaz de producir la gran mayoría de colores, tiene algunas desventajas frente al RGB. Por ejemplo, como hemos mencionado antes, la combinación de los tres colores base no es capaz de producir el negro puro. Esto obliga a que las impresoras deban de incorporar un cartucho adicional de color negro.
Otra desventaja es que, dado que el espectro de color es algo más reducido que el RGB, algunas impresoras industriales deben de incorporar cartuchos con colores especiales, fabricados para el material que se quiere imprimir.

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